Los sanitarios siempre han sido un colectivo muy valioso y valorado en la sociedad, sobre todo en estos últimos años, pero ¿sabemos realmente cómo han evolucionado los uniformes de enfermer@s y médic@s con el paso del tiempo?

Uniformes de enfermería

¿Cuál es su origen?

El origen del uniforme de enfermería viene del siglo XIX, y ha ido derivando del hábito de las monjas, puesto que ellas eran las que se encargaban de cuidar de los enfermos y heridos durante la Guerra.

Evolución del uniforme de enfermería

La vestimenta de las enfermas era un vestido largo blanco (similar al hábito) acompañado de un delantal hasta la cintura. Sin embargo, debido a la I Guerra Mundial, comenzó a ser necesario que las enfermeras tuvieran mayor facilidad de movimiento y fueran más eficaces, por lo que a este uniforme se añadieron bolsillos y mangas.

Durante los años 20 y 30 el uniforme evolucionó hacia un vestido blanco o bata un poco más largo de la rodilla, acompañado de cofia y en ocasiones de medias blancas.

Con el paso de los años los uniforme se iban acortando y adaptándose a la moda de la época, y a su vez volviéndose más sencillos y funcionales. Y ya en los años 70  desapareció la cofia.

No fue hasta los años 80 y 90 cuando el uniforme de enfermería comenzó a parecerse al que hoy conocemos, puesto que las enfermeras comenzaron a sustituir la bata y el vestido por conjuntos de dos piezas de pantalones y chaquetas blancas. Y pudieron olvidarse de los tacones y comenzaron a usar calzado más cómodo. En esta misma década comenzó la incorporación de los hombres a esta profesión, que hasta entonces estaba solamente reservada para las mujeres.

Actualmente existe un amplio catálogo de uniformes y ropa laboral para enfermería, batas, pijamas, pantalones, chaquetas… disponibles en diferentes tejidos y colores e incluso estampados. Su denominador común es la comodidad y eficiencia de estos.

Uniformes médicos

Cuando pensamos en un profesional médico no podemos evitar visualizar la típica bata blanca, pero nada más lejos de la verdad, los primero médicos no usaban batas, sino máscaras picudas que no transmitían ninguna tranquilidad.

No fue hasta el barroco que los médicos comenzaron a usar “uniformes”, prendas en común de colores negro y gris.

Durante muchos años, la profesión médica no estaba tan bien considerada, puesto que apenas se tenía información y recursos y pocas personas confiaban en ellos.

Hasta el siglo XIX no aparecieron los primeros uniformes médicos de color blanco, cuando apreciaron que era necesario aumentar los hábitos de higiene y esterilización.

A pesar de que los uniformes sanitarios han evolucionado con el paso del tiempo, aun hoy en día existen profesionales que usan la bata blanca, y esta prenda sigue fuertemente asociada a dicha profesión. Si bien, muchos profesionales médicos han decido adaptar su uniforme a colores como azul o verde, sobre todo los cirujanos.