El uso de uniformes de trabajo es obligatorio para todos aquellos trabajadores a los que se les entrega y se considera falta grave si se acude sin el. Además, es necesario llevarlo limpio y en buen estado.

Normalmente llevar uniforme suele responder a temas de seguridad, de higiene o como seña de identificación de la empresa.

Todas aquellas empresas que requieran el uso de uniforme, deberán especificarlo en el contrato de trabajo, en el que el trabajador se compromete a usarlo y aceptar su obligatoriedad.

La empresa proporcionará el uniforme del trabajador, asegurando que este es de su talla y que no dificulta que realice su trabajo cómodamente.

¿Quién tiene que pagar la ropa de trabajo?

Tanto el uniforme como cualquier otro elemento que se necesite usar en el puesto de trabajo (ordenador, teléfono…) correrán a cargo de la empresa. En ningún caso el trabajador deberá de pagar nada, a no ser que haya hecho un mal uso de este y necesite reemplazarlo.

En cualquier caso la empresa entregará un uniforme de recambio siempre que sea necesario para que el trabajador pueda llevar la ropa de trabajo en buenas condiciones durante su jornada.

¿Cómo vestir si no hay uniforme de trabajo?

En pocas ocasiones el trabajador podrá vestir como quiera para asistir a trabajar, ya que en muchas empresas aunque no sea obligatorio el uso de uniforme existe un dress code, es decir, ciertas normas de vestuario. Todo ello se debe a que durante la jornada laboral el trabajador forma parte de la imagen de la empresa y es por ello que la empresa requiere ciertas reglas sobre la imagen que sus trabajadores darán a sus clientes.

Normalmente se acostumbra a evitar prendas como vaqueros, camisetas, pantalones cortos o chanclas.